El Día Mundial del Refugiado es un día internacional designado por las Naciones Unidas para honrar a las personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo. Se conmemora el 20 de junio de cada año para enaltecer la fuerza y el coraje de las personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar para escapar de conflictos o persecuciones.
Una persona que se desplaza lo hace por diferentes circunstancias, las cuales pueden ser: la crisis política, inestabilidad económica y/o social de su país. Por ello, migrar es una opción para buscar nuevas oportunidades, pero también, puede significar el abandono de la familia o exponerse a situaciones de riesgo.
En un estudio del Banco Mundial en el Perú se calcula que la brecha en el salario por hora entre personas refugiadas o migrantes y la comunidad de acogida, es de un 37%. En el caso de las mujeres venezolanas, el 41% de las mujeres refugiadas y migrantes que fueron encuestadas reportaron no recibir ni el salario mínimo vital. Asimismo, el 52.6% de las mujeres empleadas mencionaron trabajar más de 10 horas al día y el 66.67% llegan incluso a trabajar seis días de la semana.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 constituyen los instrumentos legales únicos que amparan la protección internacional de las personas refugiadas. Según sus provisiones, esta población merece como mínimo los mismos estándares de tratamiento que el resto de extranjeros en un país y, en muchos casos, el mismo tratamiento que los nacionales.
Este año, CARE Perú lanza la campaña #SueñosSinFronteras, con el fin de reconocer su capacidad de resiliencia en la reconstrucción de sus vidas. Desde el lunes 14 hasta el domingo 20 de junio, daremos visibilidad a las y los héroes de estas historias. Asimismo, mostraremos los principales desafíos que tienen las personas migrantes para su inclusión social y económica en nuestro país, pero también, las diversas experiencias positivas de integración.
“En este contexto de emergencia sanitaria, debido a la pandemia de la COVID-19, también han surgido otras problemáticas sociales que afectan la vida de las personas, siendo las más vulnerables las que han migrado recientemente, ya que existe un desconocimiento sobre mecanismos de denuncia o las formas de acceso a servicios de salud y protección. Por ello, desde CARE Perú, nuestro rol es servir a las personas más vulnerables, y es el mandato humanitario.” Lucy Harman, Gerente de Emergencias y Gestión del Riesgo.
Desde CARE Perú se implementan proyectos dirigidos a personas refugiadas y migrantes para poder brindar ayuda humanitaria, los cuales promueven el acceso a los servicios de salud, salud mental y protección, dirigido principalmente a personas refugiadas y migrantes de Venezuela en situación de vulnerabilidad. Nuestro objetivo es recordar al mundo que todas las personas pueden hacer una contribución a la sociedad y cada acción cuenta para crear un mundo más justo, inclusivo e igualitario.
Desde hace más de 50 años, CARE Perú viene trabajando por un país más justo, donde todas las personas tengan las mismas oportunidades para acceder una educación de calidad, seguridad alimentaria y empoderamiento económico, colocando en el centro de sus intervenciones a las niñas y mujeres.