Por una salud sin barreras

La salud en el Perú

Avances y mejoras de la salud pública en el Perú

Lo vivido por el COVID-19 y los desafíos constantes por los efectos del calentamiento global, sin lugar a duda, cambiaron el escenario actual de nuestro país. Hoy más que nunca tenemos a una sociedad en un proceso de reflexión respecto a los alcances logrados y desafíos aún pendientes, como el derecho a la salud. En ese sentido, en el marco de la implementación de la agenda de desarrollo hacia el 2030, el Perú se ha comprometido a impactar positivamente sobre los 5 ejes del desarrollo sostenible (Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Alianzas) a través del alcance de 169 metas, muchas de ellas directamente relacionadas con la salud. 

Además, con relación a ello, tenemos que el porcentaje de peruanos que viven bajo la línea intergeneracional de la pobreza se ha reducido significativamente para el año 2021 (25.9%); sin embargo, aún sigue siendo mayor en 5.9 puntos porcentuales respecto del año 2019 (ENAHO,INEI). La mortalidad materna, por su parte, tuvo un descenso significativo hasta el año 2019, luego un retroceso de casi 10 años debido a la emergencia sanitaria, en el periodo de 2019 al 2021 pasó de 55.8 a 88.2 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos; y para el año 2022 se redujo significativamente a 51 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, en parte debido a la medida preventiva de vacunación contra COVID-19 para gestantes (MINSA). 

En cuanto a acceso a la salud sexual e inmunizaciones se viene incrementando el uso de métodos modernos de planificación familiar por mujeres de 15-49 años con un alcance del 57% (ENDES 2021) y respecto a la cobertura de inmunizaciones con vacunas según la edad para niños y niñas menores de 36 meses, hubo incremento en referencia al periodo 2020-2021; sin embargo, la cobertura en menores de 12 meses aún presenta niveles bajos (ENDES, INEI).  

Respecto a la cobertura universal de salud, expresada en profesionales de la salud por habitantes, en el país contamos con 14 médicos por cada 10 mil habitantes, cifra que está por debajo del mínimo recomendado por la Organización Mundial de la salud (23 profesionales por cada 10 mil habitantes). En cuanto a aseguramiento a salud de las personas, 57.8 % están aseguradas al SIS, 22.6% en ESSALUD y 5.6% en otros seguros; hay un incremento en cuanto a esta meta (MINSA 2022); sin embargo, aún existe una brecha de personas desprotegidas, dentro de ellas la población migrante y refugiada venezolana que se encuentra en nuestro país; ya que solo un 27% tiene acceso a algún tipo de seguro de salud (ENPOVE 2022).  

La cobertura en el acceso a servicio básicos incremento en los últimos 6 años; en el año 2017 el 96.8% de la población consumió agua tratada y en el año 2022 se incrementó en 97.3%. En cuanto a saneamiento básico aumentó de 93.3% a 95.6% entre 2017 y setiembre 2022. 

En relación a lograr el hambre cero, a pesar de haber disminuido la desnutrición crónica en niñas y niños menores de 5 años de 13.1% a 11.6% entre 2016-2022, aún persisten otros problemas nutricionales de salud pública como la anemia por deficiencia de hierro, que actualmente afecta a 4 de cada 10 niños y niñas menores de 3 años (ENDES,2022), y la situación de inseguridad alimentaria moderada a severa, en la que se encuentran 16.6 millones de personas que no pueden acceder a una dieta saludable (FAO 2022).

¿Cuáles son los principales desafíos y retos de la salud? 

El sistema de salud en el país ha tenido importantes avances a lo largo de los años; sin embargo, persisten grandes brechas que deben ser abordadas en toda su integralidad para el logro de una atención horizontal, oportuna, intercultural, de calidad con enfoque de derecho, enfoque de género y enfoque de prevención y promoción de la salud.  

Por ende, son varios los desafíos para la mejora de la salud pública en nuestro país, como: garantizar el acceso universal de los servicios de salud con equidad, implementación de nuevas tecnologías de salud digital para la gestión eficiente, financiamiento para investigación de enfermedades raras que tiene alto costo, incrementar el número de profesionales de salud por habitantes con políticas de redistribución equitativa, incrementar el gasto público en salud, fortalecer el primer nivel de atención, ampliar la cobertura de aseguramiento a salud para población migrante mayor de 5 años de edad, entre otros.  

Nuestra apuesta

Desde 1948, cada 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud. En el marco de las celebraciones por este día y el 75º aniversario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), CARE Perú reafirma su compromiso para alcanzar una salud para todas las personas, bajo un enfoque de prevención de enfermedades, promoción de una salud integral, así como acciones en favor de una alimentación saludable. 

Desde CARE Perú, buscamos promover el acceso a una salud de calidad y trabajamos arduamente por el cierre de brechas, con el fin de conseguir avances en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 “Salud y Bienestar”. Por ese motivo, en cada uno de nuestros proyectos e intervenciones brindamos asistencia técnica y fortalecemos las capacidades de los actores involucrados en el sistema de salud. Asimismo, trabajamos con los centros de salud de primer nivel de atención a nivel regional, y también movilizamos una respuesta rápida comunitaria frente a las emergencias. 

La salud de nuestro planeta y de las personas se encuentra en constante riesgo, en particular por la presencia de desafíos cada vez más complejos como el calentamiento global, la inseguridad alimentaria y las brechas de inequidad. Para enfrentarlos se requiere una acción transformadora que convoque a diversos actores de la sociedad. Una acción que inicia hoy para asegurar un futuro más pacífico, justo y equitativo en el que nadie se quede atrás. 

En CARE Perú articulamos esfuerzos con diversos actores, buscamos que las personas se conviertan en agentes de la salud que proporcionen información, respondan adecuadamente a situaciones de emergencias y que, de esta manera, se reduzcan las brechas en la demanda y oferta de servicios de salud.

Prevenir para vivir bien  

La prevención es clave para combatir las principales amenazas a la salud. Este ejercicio constante debe partir desde acciones muy concretas. Por ejemplo, en el Perú, 83 de cada 100 personas que se enferman no son atendidas en servicios de salud públicos ni privados, a nivel urbano y rural (INEI 2022).

Cifra Sevicio Salud Privado Publico Niñas Mujeres

Con el propósito de cambiar esta cifra, en particular desde una mirada a las personas más vulnerables de la sociedad, el proyecto Alma Llanera sigue trabajando por mejorar la autosuficiencia e integración de las personas refugiadas y/o migrantes venezolanas, a través del acceso a los servicios de protección y salud en las regiones de Tumbes, Piura, La Libertad, Lima y Callao. 

A través de proveedores de salud e instituciones aliadas como son los establecimientos de salud y Centros de Salud Mental Comunitaria, el proyecto desarrolla estrategias comunitarias para que las personas reciban una atención de salud integral de calidad. 

Voces para la acción 

Cada una de nuestras voces cuenta, es por ello por lo que CARE Perú, promueve agentes de cambio en favor del desarrollo sostenible, en particular aquellos que a través de sus historias puedan inspirar mejores caminos en favor de una vida saludable. Por ejemplo, desde el proyecto GROW se busca fortalecer la capacidad del Sector Salud a través del fortalecimiento de las capacidades con programas basados en evidencias para mejorar el cuidado de mujeres, adolescentes y población en condiciones de vulnerabilidad (LGTBI) que abusan de sustancias. Así como atención en salud mental a la población juvenil que tienen problema del consumo de sustancias y problemas con la ley.

Come sano, siembra oportunidades 

El índice global del hambre nacional para el año 2021 fue de 17.7 puntos, lo que significa que el Perú entró en una situación de inseguridad alimentaria moderada con presencia de intensidad severa en algunas regiones de la sierra y selva (ENDES 2021), esto debido a la crisis por Covid 19, crisis política y social que conllevó al incremento del precio de los alimentos, limitando su acceso y disponibilidad. En consecuencia,16.6 millones de personas se vieron afectadas; ya que no pudieron acceder a una dieta saludable que les permita cubrir todas sus necesidades nutricionales (FAO 2022).  

Para CARE Perú, es importante dar respuesta a la situación de inseguridad alimentaria de la población, tanto nacional como migrante, y abordar la falta de acceso económico a alimentos y recursos por parte de la población vulnerable, focalizando a familias con menores de 3 años, gestantes y mujeres en periodo de lactancia; ya que tienen mayor riesgo de adquirir enfermedades infecciosas, desnutrición, anemia entre otros que pueden repercutir en su desarrollo y oportunidades a futuro. Es por ello que a través de diversas iniciativas se busca promover en las familias buenas prácticas de alimentación, nutrición y cuidados en salud para prevenir enfermedades.

A través del proyecto “La alimentación no tiene límites” se busca mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de 2,842 familias migrantes-refugiadas venezolanas vulnerables, con énfasis en población materno-infantil. Para ello se plantearon tres estrategias: la transferencia monetaria para cubrir necesidades básicas; una evaluación nutricional con seguimiento mediante visitas domiciliarias a casos de malnutrición para reforzar prácticas de lactancia materna, alimentación y cuidado; y  sesiones educativas-demostrativas sobre la planificación de la compra estratégica en el hogar y preparaciones con alimentos locales y de gran valor nutricional, tomando en cuenta la cultura alimentaria de la población participante.  

Proyectos que promueven salud

La experiencia de CARE Perú en el sector salud se caracteriza por el trabajo comunitario de promoción de la salud. Es por ello que en más de 50 años se han generado diversos proyectos que han sido replicados o escalados a nivel local, regional y nacional teniendo como eje el modelo de intervención territorial. Estos proyectos abordaron la temática de salud y desarrollaron modelos para fomentar la prevención y respuesta frente a enfermedades como el Zika, el COVID-19 y el VIH-Sida.  

Proyecto “Juntos ante el Zika”

Juntos ante el Zika fue ganador en la categoría Personas del Premio “Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible” en el 2020, debido al impacto y los resultados que tuvo en la salud de las comunidades de intervención, específicamente en la prevención del virus del Zika. 

El proyecto se implementó durante el 2016 y el 2019. Sus principales objetivos se basaron en: fortalecer las capacidades comunitarias, locales y nacionales para responder al brote del virus Zika y mejorar los esfuerzos comunitarios, locales, regionales y nacionales para reducir las tasas de transmisión. Esta intervención constituyó una experiencia innovadora de salud y de utilización de estrategias participativas, ya que involucró exitosamente a miembros de la comunidad, mujeres y hombres por igual, a las autoridades locales y al sector público (en especial salud y educación), en un conjunto de acciones coordinadas bajo el llamado “Sistema de Vigilancia Basado en la Comunidad (SVBC)”.

Este sistema estuvo presente en 16 distritos de intervención sobre la base de estrategias innovadoras de comunicación y uso de tecnología, mediante el desarrollo de un aplicativo de recopilación de la información brindada a partir de las “ovitrampas” (método utilizado para medir la cantidad de huevos en un espacio geográfico), las cuales fueron monitoreadas por 106 monitoras comunitarias. Asimismo, las estrategias de cambio del comportamiento diseñadas bajo la metodología del “design thinking”, fueron adaptadas a las necesidades y preocupaciones de la población, como los “10 minutos contra el Zika”.  Conoce la experiencia del proyecto, a través del testimonio de sus protagonistas.

Proyecto FORS

Durante la segunda ola de pandemia por COVID-19 en el 2021, se implementó el proyecto “Fortalecimiento de la Respuesta Sanitaria Local a través de la Movilización y Reactivación Social’’- FORS, el cual surgió con el objetivo de contribuir a la creación de ambientes saludables y la promoción de prácticas que aseguren un adecuado control del COVID-19 en el tiempo. El proyecto se desarrolló en 20 distritos del área influencia operativa de Antamina (Áncash, Huánuco y Lima) e involucró a actores locales estratégicos como establecimientos de salud, autoridades locales, comunidades y familias. 

Entre las acciones de intervención, se desarrollaron ejercicios orientados a fortalecer la vigilancia basada en la comunidad, así como el fortalecimiento de los sistemas locales de salud, donde nuestro principal aliado fue la Dirección Regional de Salud de Áncash. Del mismo modo, mediante una alianza con la Universidad Nacional del Santa, se capacitó a más de 600 profesionales de salud. Por otro lado, a través de los Comités Comunitarios de Salud, se desarrollaron diversas iniciativas, primero para contribuir a la contención del virus y posteriormente, se realizaron actividades para propiciar la reactivación social como comunidad saludable.

Asimismo, se elaboraron estrategias de comunicación participativas junto a dirigentes comunales para sensibilizar y difundir información confiable y verídica sobre la prevención de la COVID-19 y la importancia de la vacunación en las comunidades rurales.

Por último, como una de las principales lecciones aprendidas de FORS, al igual que otras intervenciones de CARE Perú, podemos destacar que trabajar bajo un enfoque territorial permite tener mejores resultados a beneficio de la población. En este proyecto la articulación con líderes, lideresas, profesionales de salud y agentes comunitarios a través de la vigilancia comunitaria permitió contribuir a crear espacios saludables y libres de la COVID-19. 

Proyecto País VIH

CARE Perú, junto al Fondo Mundial, buscó fortalecer la respuesta comunitaria frente al VIH a través del proyecto ‘País VIH 2019-2022: Expansión de la respuesta nacional al VIH en poblaciones clave y vulnerables de ámbitos urbanos y amazónicos del Perú’. Para lograrlo, se promovió el acceso a los servicios de salud de VIH de la población clave, hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), Mujeres Trans (MT), población con coinfección TB/VIH y población indígena amazónica, y mejoró la atención de las personas viviendo con VIH. 

Entre sus principales resultados, destacan los alcanzados por las Brigadas Móviles Urbanas, Mecanismos de Coordinación Comunitaria y Brigadas Móviles Amazónicas respecto de la cascada de atención del VIH, tras haber logrado tamizar a 50,839 personas de la población clave HSH y MT, diagnosticar a 2,624 nuevas personas con VIH y vincular a 2,136 personas con VIH al tratamiento antirretroviral. Asimismo, se mejoró y acondicionó consultorios para la atención integral en 5 establecimientos de salud, beneficiando a más de 4,000 personas que viven con VIH, Coinfección TB/VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

Lideresas por la salud

La red de lideresas que impulsa CARE Perú está conformada por grupos de mujeres y adolescentes que buscan promover iniciativas de salud en sus comunidades. Ellas tienen conocimiento de las necesidades de su entorno y se encuentran en una posición estratégica para identificar las principales preocupaciones en salud y nutrición, así como influir positivamente en las actitudes y comportamientos de sus pares. 

Este modelo, que se viene desarrollando en diversos proyectos, se enfoca en temas como: la prevención de enfermedades, promoción de hábitos saludables, nutrición y salud reproductiva. Para lograr sus objetivos, las lideresas trabajan articuladamente con las y los profesionales en campo de CARE Perú, recibiendo capacitaciones con el objetivo de empoderarse y fortalecer sus habilidades. Asimismo, la red de lideresas tiene el propósito de dar a conocer en sus comunidades los servicios con los que cuentan para que la población pueda prevenir enfermedades y recibir información oportuna. 

Decido Sin Roche: Red de líderesas para fortalecer la salud sexual 

Decido Sin Roche es un proyecto piloto implementado en el 2022 y tuvo como objetivo empoderar a niñas y adolescentes en el ejercicio de sus derechos sociales y reproductivos en el centro poblado de Yapatera.  

El proyecto desarrolló 3 componentes: educación sexual integral en la comunidad, educación sexual en la escuela y empoderamiento. Este último componente de centró en la conformación de una red de líderes, donde se buscaba generar y ampliar las prácticas de empoderamiento en ESI y en todos sus temas, como la salud sexual y reproductiva.  

Dentro de sus estrategias, Decido Sin Roche buscó generar espacios y condiciones donde las niñas y adolescentes pudieran sensibilizarse y tomar consciencia sobre su problemática en torno al embarazo no deseado. Una de estas experiencias se basó en un campamento integrador donde las adolescentes y agentes comunitarios fortalecían la importancia de estar informadas sobre su salud sexual y reproductiva.

Salud sexual integral como componente que brinda mayores oportunidades 

El proyecto Niñas con Oportunidades también desarrolla el empoderamiento, a través del fortalecimiento de los conocimientos y habilidades de las estudiantes de 3ero a 5to de secundaria en 4 ejes temáticos: habilidades socioemocionales, educación financiera con enfoque STEAM, proyecto de vida y educación sexual integral. En este último también se abordan los temas de salud sexual y reproductiva, considerando que este es un derecho de las estudiantes y garantiza que puedan continuar sus trayectorias educativas con bienestar.

Proyecto FOGEL: Red de lideresas e iniciativas para la salud  

En el 2022 se impulsó la Red de Lideresas Sumaq Warmis, resultado de los procesos de fortalecimiento a lideresas del ámbito de intervención del Proyecto FOGEL.  

En este espacio de empoderamiento, las lideresas no solo potencian su desarrollo personal, sino que, desde sus organizaciones y roles, contribuyen en la gestión de sus territorios orientados al cierre de brechas, como la salud. En la región Áncash y sus distritos, principalmente ubicados en las zonas rurales, la salud está relacionada con el consumo de agua segura, clorada o tratada, la cual aún es muy limitada. 

El fortalecimiento de las lideresas les ha permitido elaborar iniciativas de proyectos para mejorar los servicios de agua para consumo y saneamiento, presentados en procesos como el presupuesto participativo de sus distritos, y la consecuente mejora en la calidad de vida y salud de la población y familias. Así, destaca el caso de las lideresas del distrito de Chavín de Huántar y desde sus roles como funcionarias municipales.

A través de nuestro enfoque en la asistencia técnica y el fortalecimiento de capacidades, así como en la movilización de una respuesta rápida comunitaria ante emergencias, en CARE Perú hemos logrado mejorar la calidad de vida de miles de personas en el país.  

De igual manera, la colaboración con centros de salud de primer nivel de atención y otros actores clave del sistema de salud, evidencia nuestro compromiso para contribuir a cerrar las brechas en el acceso a servicios de salud y lograr un país con igualdad de oportunidades y justicia social.

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