El rechazo que sufren las personas adictas a sustancias dañinas, muchas veces les impide tener una recuperación satisfactoria. Para muchas mujeres, adolescentes y población LGTBIQ+, acceder a servicios de salud de calidad se convierte en una experiencia compleja, cargada de discriminación.
Hasta hace algunos años, existía muy poca disponibilidad de camas en centros de salud para mujeres dependientes a sustancias dañinas. Asimismo, el restringido tratamiento sensible al género, evidenciaban la necesidad de aproximar y validar programas/modelos de atención en adicciones para mujeres y población vulnerable LGTBIQ+.
Por esta razón, desde el 2014, el Estado Peruano inició una reforma de la salud mental impulsada por el Ministerio de Salud (MINSA). Este cambio buscaba migrar a un nuevo paradigma de la salud mental en el Perú, con énfasis en el primer nivel de atención integrada a las redes de servicios, creando lineamientos en políticas públicas que acerquen los servicios de salud a las poblaciones más vulnerables.
En ese sentido, el proyecto GROW de CARE Perú surge como una respuesta innovadora al tratamiento sensible al género en el marco de esta reforma nacional. Gracias al apoyo de la Embajada de Estados Unidos, el proyecto fortalece la capacidad del sector salud a través del fortalecimiento de las capacidades con programas basados en evidencias para mejorar el acceso, uso y cuidado de mujeres, adolescentes y población en condiciones de vulnerabilidad (LGTBI) que abusan de sustancias. El equipo multidisciplinario está conformado por médicos psiquiatras, médicos generales, familias, psicólogos, enfermeras, trabajadoras sociales, entre otros.
El trabajo conjunto del MINSA (Salud Mental y programa VIH), DEVIDA, y el apoyo técnico de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (SAAL) de la Embajada Americana y la UPCH agrega valor para las políticas públicas en el Perú en materia de adicciones. Asimismo, se realiza un trabajo multisectorial, preventivo promocional, en articulación con las organizaciones LGTBIQ+ locales.
Sobre la importancia de brindar tratamientos ante el abuso de sustancias con enfoque de géneroMiguel Angel Hinojosa, integrante del equipo técnico de la Dirección de Salud Mental del MINSA, señala: “Hay que destacar que estamos en un país que está teniendo un crecimiento en la implementación de servicios de salud. Antes todos los servicios para brindar atención y recuperación de adicciones estaban enfocados para la reinserición de los varones. Para una mujer es difícil que pueda acceder a un servicio porque la sociedad ve mal que una mujer consuma sustancias, además ellas tienen más roles en el hogar que les quitan tiempo para rehabilitarse.”
A través de la Intersección del Abuso de Sustancias, la Orientación Sexual y la Identidad de Género (Currículo SOGI), se brindan capacitaciones a facilitadores nacionales en Lima, Callao, Loreto, Piura, La Libertad, Lambayeque y Arequipa. Asimismo, los facilitadores realizan réplicas de lo aprendido dirigidas a los profesionales de salud con el propósito de mejorar su calidad de atención, y hacerla más empática y sin estigmas para las participantes del proyecto.
43 Facilitadores Nacionales del currículo SOGI – MINSA
475 Profesionales de la Salud participaron en las replicas de Lima y Callao
Además del componente de género, la metodología de GROW ayuda a cambiar los esquemas que tenemos en nuestra cultura. “Existe mayor sensibilización al trabajar en equipos multidisciplinarios. Este es un trabajo con mujeres que implica la colaboración y solidaridad para compartir las experiencias que cada una tiene, tanto entre los profesionales, como con las mismas usuarias. Esta innovadora metodología nos ha hecho vivir el trabajo. Ha sido valiosa para enriquecer nuestros conocimientos.”, señala Alejandra Hurtado, psicóloga del Hospital Hermilio Valdizán y Facilitadora Nacional en GROW.
729 atenciones a población LGTBI de octubre 2018 a diciembre 2020
249 atenciones remotas entre abril y diciembre 2020
En la actual situación por la pandemia de la COVID-19, las capacitaciones se han adaptado a la modalidad virtual para continuar las atenciones. En los Centro de Salud Mental Comunitarios se utilizan redes sociales, correos y líneas telefónicas para brindar seguimiento, atención y orientación en general, con participación de equipos multidisciplinarios.
“Ha sido un reto buscar estrategias y dinámicas en la modalidad virtual a la que nos adaptamos actualmente. Estamos siendo flexibles y tolerantes. Los profesionales también viven situaciones extremas y tratamos de ayudarnos. El equipo de CARE está ayudando mucho en este paso a lo virtual, tenemos un acercamiento un poco más cercano con el equipo de trabajo.”, finaliza Alejandra Hurtado.
La participación y compromiso de las y los socios involucrados ha potenciado el trabajo para alcanzar mejores resultados en el proyecto GROW; sin embargo, aún hay mucho por hacer para mejorar el acceso a los servicios de la población LGTBIQ+.
CARE Perú continua firme en su compromiso por promover el cuidado de la salud física y mental de las poblaciones más vulnerables, colocando en el centro de sus esfuerzos a la mujer.