El miércoles 13 de abril se presentaron los resultados de la primera etapa del proyecto Gobernanza de Agua para la Familia Rural Dispersa (GOA). Una iniciativa de CARE Perú realizada con el financiamiento de la Cooperación Suiza COSUDE y el apoyo del SERNANP, ECA Amarakaeri, la Universidad Católica Sedes Sapientiae y el proyecto Compensación Digital de la Conservación – CDC Perú del BID LAB. El objetivo de este piloto es el de generar modelos innovadores de autofinanciamiento para soluciones de almacenamiento y potabilización de agua, a partir de la retribución por servicios ecosistémicos y actividades productivas. Gracias a este mecanismo, se hizo posible que tanto familias productoras como indígenas puedan acceder a sistemas de potabilización costo-efectivos.
Durante las palabras de bienvenida de la ceremonia, la directora nacional de CARE Perú, Marilú Martens, señaló que “esta iniciativa hoy representa una oportunidad que todos y todas tenemos en nuestras manos y se deben encontrar los caminos que permitan su escalamiento para que más peruanas y peruanos en todas las regiones tengan acceso a agua potable”. Por su parte, Anton Hilber, director de la Cooperación Suiza COSUDE, resaltó que “estas herramientas y mecanismos identificados quedan en manos de nuestros socios locales e institucionales para continuar aumentando la sensibilización hacia la problemática de acceso a servicios de calidad de familias rurales dispersas.”
En los primeros nueve meses, el piloto ha contribuido a visibilizar las grandes brechas de acceso a servicios básicos de agua y saneamiento que aún existes en el país. “GOA tiene una visión integral, manejo de ecosistemas que proveen agua y sistemas de saneamiento costo efectivos y generación de alternativas financieras para comunidades rurales”, añadió Hilber.
La presentación de los resultados alcanzados en la primera fase estuvo a cargo de María Mercedes Medina, Gerente del programa Cambio Climático, Amazonía y Recursos Hídricos de CARE Perú. Entre los datos más relevantes del contexto presentado por el equipo técnico, se encuentra que el 34% de las familias en condición rural dispersa viven en pobreza y el 8% en pobreza extrema. Asimismo, el 16% de los niños menores de 5 años ha sufrido de enfermedad diarreica aguda y el 23% de IRA. Es importante mencionar que estas familias no pertenecen a una Junta administradora de servicio de saneamiento – JASS, por lo que no reciben asistencia técnica ni evaluación de la calidad de sus aguas.
Sobre el trabajo en las zonas de intervención, se compartieron los alcances en la región de Nueva Cajamarca, en alianza con la Universidad Católica Sedes Sapientiae y el proyecto CDC Perú, impulsando la creación de la empresa social PUKUNI Amazonía. Esta empresa social está siendo liderada por alumnos de las carreras de Ingeniería Forestal e Ingeniería Agraria. Para este propósito, se llevaron a cabo capacitaciones en gestión financiera, marketing y gobernanza hídrica. Por otro lado, en la región de Madre de Dios, en la reserva comunal Amarakaeri, se trabajó en coordinación con ECA Amarakaeri y el SERNANP, un breve diagnóstico de las comunidades con el cual se definió que el piloto se ejecutaría en la comunidad de Boca de Isiriwe.
Cabe mencionar que tanto el diseño como la implementación de los biofiltros se realizaron con la misma comunidad, junto al equipo del ECA Amarakeri para realizar capacitaciones en el idioma Harakbut que faciliten los procesos de aprendizaje de la instalación y mantenimiento de los sistemas.
El especialista en agua y gestión de recursos hídricos, Herberth Pacheco, presentó un catálogo de tecnologías de agua para población rural dispersa y la validación del mismo, identificando las opciones más viables a implementar según el tipo de población, los recursos y la ubicación geográfica. Entre los modelos validados se encuentran la bomba de ariete y bomba de succión. En los resultados del análisis de calidad de agua, se demostró un avance en la mejora de la calidad del agua garantizando que los sistemas implementados funcionan.
Finalmente, se generó un espacio de reflexión para las lecciones aprendidas del piloto. Dentro de las conclusiones compartidas por el equipo de CARE Perú, se identificó que existe una relación directa entre mujeres y agua: muchos problemas relacionados a violencia de género se encuentran directamente asociados al acceso de agua, por lo que será clave incorporar la dimensión de género en todo el proceso.
“Entendiendo la pobreza multidimensional, tenemos que arrancar atendiendo esta problemática desde el mantenimiento del ecosistema que proveen el agua, para que estas familias puedan acceder a esta, se pueda potabilizar, y a su vez se acceda al agua para el riego y otros medios de vida que garantizan la seguridad alimentaria, lo que nos permitiría también mejorar el eje de salud por nutrición y por disminución de morbilidad por enfermedad diarreica agua, especialmente en los niños y niñas”, concluyó María Mercedes Medina.
Entre las futuras acciones para GOA se continuará evaluando en coordinación con instituciones y socios estratégicos las tecnologías individuales para para acceso a agua, y la promoción de fondos locales de agua, así como el reconocimiento de los comités indígenas del agua cuya participación será principalmente con mujeres. Estos resultados serán apropiados por las autoridades a nivel local y serán escalados hacia nuevos espacios nacionales y regionales.
CARE Perú seguirá impulsando iniciativas en articulación con diferentes instituciones privadas y públicas como la SUNASS y el PNSR, que nos permitan garantizar agua segura y el desarrollo sostenible de todas las comunidades, especialmente de aquellas en situación de vulnerabilidad para que todos y todas podamos contar con las mismas oportunidades.