CARE Perú asegura su propósito de trabajar para mejorar la vida de mujeres, sus familias y comunidades, garantizando que las personas con mayor riesgo de sufrir violencia de género estén seguras, sean valoradas y sus derechos sean respetados. No podremos conseguirlo si no reconocemos que la violencia de género es un motor y una consecuencia de la pobreza, la exclusión social y política, los conflictos y la desigualdad de género.
Somos conscientes que nuestros proyectos, al confrontar la estructura de poder de las relaciones sociales de género, pueden incrementar el riesgo de las mujeres y las niñas a enfrentar situaciones de violencia de género en sus familias o comunidades. A fin de que esto no suceda, adoptamos un enfoque preventivo en todas nuestras intervenciones programáticas para abordar estas posibles situaciones de manera responsable.
En el Perú, la violencia de género sigue siendo un problema latente que afecta principalmente a las mujeres. 7 de cada 10 mujeres han sufrido actos de violencia familiar o sexual alguna vez en su vida y el 44% se lo cuentan a alguien, sea familiar, amigo(a), vecino(a) o persona cercana (ENARES, 2019). Uno de los mayores problemas es que las víctimas y sobrevivientes de violencia no tienen información sobre sus derechos para presentar denuncias y, además, las personas cercanas a ellas no cuentan con herramientas para acompañarlas. Las estadísticas nos informan que 44.7% de las víctimas o sobrevivientes de violencia física buscan apoyo en una persona cercana, en su mayoría a su madre (34.8%), amiga/o o vecina/o (19.5%) o a su hermana (16.2%).
En el proceso de denuncia, las victimas/sobrevivientes de violencia enfrentan un circuito de desafíos en su interacción con el sistema de atención de casos, donde los estereotipos de género y formas de revictimización siguen presentes. De acuerdo con las estadísticas nacionales, la prevalencia de la violencia contra las mujeres en edades de 15 a 49 años ejercida por el esposo o compañero (INEI, 2019), es mayor en las mujeres que se autoidentifican étnicamente de origen nativo (62.5%), o por lengua materna (62%).
Al reconocer que la violencia de género es un obstáculo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, tenemos el reto de integrar estrategias preventivas que reconozcan la diversidad de mujeres que participan en nuestros proyectos y sus necesidades específicas.
Es por eso que, CARE Perú se une a la campaña de GenderLab para difundir la Guía de acción rápida para denunciar actos de violencia contra las mujeres en el Perú. En su tercera versión, la Guía busca ser accesible para personas quechua hablantes, aimara hablantes y personas con discapacidad visual o auditiva; ya que contará con diferentes traducciones desarrolladas por expertos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.