En CARE Perú somos consientes que no podemos lograr el desarrollo sostenible sin abordar el cambio climático, y no podemos abordar el cambio climático sin abordar las causas profundas de la pobreza, donde la desigualdad de género es una de sus causas fundamentales.
El cambio climático magnifica las desigualdades existentes, y en particular las de género. Tanto mujeres y hombres son indispensables para las soluciones climáticas, por lo que el debate global ha permitido el reconocimiento de incorporación progresiva de los derechos de las mujeres y la igualdad de género en las actividades de mitigación y adaptación al cambio climático. Esto no sólo es esencial, sino que aumenta al máximo la eficacia de las intervenciones, los programas y los recursos.
Hace 50 años, el Perú registró uno de los terremotos más devastadores de nuestra historia. Un sismo de 7.9 en la escala de Richter, ocurrió en el departamento de Áncash y provocó el desprendimiento de un enorme glacial, convirtiéndose en un aluvión que terminó sepultando los pueblos de Ranrahirca y Yungay. A raíz de este acontecimiento, CARE Perú empezó una respuesta humanitaria y de desarrollo para brindar atención inmediata a la población afectada.
En el 2015, nace el Proyecto Glaciares+, un proyecto que hasta el 2019 tuvo como objetivo mejorar la capacidad de adaptación integral y de reducción de riesgos de desastres naturales, particularmente en las regiones de Áncash, Cusco y Lima. Su misión: reducir el riesgo de la población vulnerable, en especial las mujeres.
Las mujeres, como resultado de los roles de género y las normas sociales, a menudo se ven más afectadas y vulnerables al riesgo climático, mientras que, al mismo tiempo, tienen una perspectiva única para desarrollar soluciones creativas y eficaces. Involucrar a las mujeres y asegurar su participación efectiva en los procesos de toma de decisiones por tanto, da como resultado una acción climática más sostenible.
Por el lado de los impactos diferenciados para las mujeres, éstos son amplios y diversos. Por ejemplo, las mujeres suelen quedarse más tiempo en casa desempeñado labores domésticas, mientras que sus pares masculinos realizan otras actividades fuera de la zona de riesgo; que aumenta la posibilidad de que ante un posible huayco, ellas sean las más afectadas.
De manera complementaria, las mujeres son actoras clave en la gestión del recurso hídrico, ya que son las principales encargadas de proveer agua para sus familias. En la búsqueda por este recurso, ellas recorren varios kilómetros, lo que genera una mayor carga de trabajo en contextos de sequía extrema, exponiéndolas además, a las bajas temperaturas, e incrementando su riesgo a ser víctima de violencia sexual en estos trayectos.
Asimismo, las tareas productivas que asumen están asociadas al cuidado de las parcelas y de animales. Eventos como una helada extrema, una nevada o una sequía extrema, las enfrenta a mayor nivel de exposición al sol de manera directa, o a temperaturas muy bajas, llegando a sufrir terribles lesiones y quemaduras que afectan su salud.
El enfoque de CARE Perú para la Adaptación Basada en la Comunidad (CBA por sus siglas en inglés) permitió apoyar a las comunidades en la elaboración de planes de adaptación basados en evidencia, así como en la observación local del cambio climático. Se desarrollaron capacidades de la sociedad civil local y de las instituciones gubernamentales para apoyar los esfuerzos de adaptación de las comunidades. También, influimos en la política y en el entorno propicio para abordar las causas subyacentes de la vulnerabilidad, como la gobernanza y las desigualdades de género en el uso de los recursos y el acceso a los servicios básicos.
El proyecto alcanzó a visibilizar y generar estrategias de transformación de las desigualdades de género, buscando el empoderamiento que permita articular a las mujeres en la toma de decisiones como defensoras y líderes en los esfuerzos para abordar la crisis climática. Asimismo, se desarrollaron acciones que desafían los roles de género como la implementación de planes familiares que buscaban la corresponsabilidad entre hombres y mujeres para la gestión del agua en contextos de sequías.
De esa manera, CARE Perú ayudó a disminuir el riesgo de 38.922 personas que estaban en condición de vulnerabilidad en el último año, especialmente a la población femenina, quienes han demostrado por décadas ser el género resiliente, debido a su valentía y fuerza por salir adelante frente a las adversidades (PIIRS 2020).
Actores detrás del Proyecto Glaciares +
El Proyecto Glaciares+ fue una iniciativa de la cooperación Suiza – Perú en el marco del Programa Global de Cambio Climático y Medio Ambiente de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), ejecutado por CARE Perú y el consorcio suizo liderado por la Universidad de Zurich, y conformado por Meteodat, el Centro de Investigación del Medio Alpino (CREALP), y la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL).
El proyecto se realizó en estrecha coordinación con la Autoridad Nacional del Agua y el Ministerio del Ambiente; y fue implementado por la Unidad de Glaciología de la Autoridad Nacional del Agua, Gobiernos Regionales de Áncash, Cusco y Lima, gobiernos y universidades locales.
Glaciares + resultó ganador del Premio Nacional Ambiental “Antonio Brack Egg”, en la categoría Perú Natural – Adaptación, el cual tiene como objetivo destacar el desempeño de intervenciones públicas y privadas que contribuyen al desarrollo sostenible.
Enfoque transformador de género en la acción climática
Para CARE, el enfoque de Adaptación Transformadora de Género significa diseñar e implementar programas que consideren los impactos diferenciales del cambio climático en mujeres y hombres. Queremos abordar simultáneamente la pobreza, la desigualdad y la inseguridad alimentaria, al tiempo que abordamos continuamente el género como una institución que define en el contexto de la agricultura a pequeña escala y la gestión de los recursos naturales.