Proyecto Alma Llanera promovió la formación de 400 agentes comunitarias 

El 4 de junio es una fecha para reconocer y conmemorar la participación voluntaria de las Agentes Comunitarias de Salud (ACS) en la salud pública, ya que cumplen un rol importante en la prevención y promoción de la salud en su comunidad. 

Durante el día a día, cada persona realiza actividades y acciones junto a los centros y establecimientos de salud para orientar a residentes nacionales, así como a personas refugiadas y migrantes venezolanas que se encuentran en el país.  

En el marco de esta fecha, el proyecto Alma Llanera, junto a los establecimientos de salud, promovió la formación de más de 400 personas en las regiones de intervención: Tumbes, Piura, La Libertad, Lima y Callao.  

Aquello es parte de un trabajo articulado con instituciones públicas como las Direcciones Regionales de Salud (DIRESA), el área Responsable de Promoción de la Salud (PROMSA), Centros de Salud y Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC). Son más de 28 establecimientos de salud que han capacitado a ACS en el marco del trabajo conjunto con el proyecto, distribuidos de la siguiente manera: dos en Tumbes, trece en Piura, tres en La Libertad, diez en Lima y Callao.  

La región Tumbes es el espacio de tránsito de muchas personas que ingresan al país, por ello la labor comunitaria y la promoción de los servicios es muy importante. La agente comunitaria de salud Magda Martínez Morales es parte del grupo de personas que fueron capacitadas por el Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC) Tumbes y comparte su experiencia.  

Para ella, su motivación se basa en una experiencia de vida, pues recibió ayuda psicológica a través de la derivación de CARE Perú al CSMC Tumbes, donde pudo conocer la convocatoria para ser ACS.  Ella considera que la actividad más importante es el recorrido casa por casa en su comunidad, ya que ello le permite identificar a personas que desconocen los servicios y puede brindarles información sobre la atención en los establecimientos de salud. Además, señala que aquello contribuye a que las personas se sientan acompañadas y con confianza para acercarse a los centros. También, indica que el Centro de Salud Mental Comunitaria le brinda un acompañamiento cercano, lo que ha permitido que sea una experiencia positiva y de crecimiento personal.  

En la región de Piura, Ana Verónica Melean es ACS de nacionalidad venezolana y decidió capacitarse porque durante la pandemia quería contribuir de alguna forma en su comunidad. Es así que ella identifica necesidades de información sobre temas de salud, sobre todo, los servicios que se encuentran disponibles para personas gestantes y/o personas con niñas y niños.  Por ello, indica que lo más importante es brindar orientación básica, ya que ello les permite acceder a los servicios.  

Finalmente, al incorporar a población refugiada y migrante en la labor de agencia comunitaria, el proyecto Alma Llanera de CARE Perú promueve el respeto de los derechos de las personas refugiadas y migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad en el país, además de incentivar la integración con la comunidad de acogida. Es así que se evidencia la necesidad y el desafío que existe para fortalecer la participación social comunitaria, ya que, de más de 1 millón de personas refugiadas y migrantes en Perú, solo el 8% se encuentra afiliada al Seguro Integral de Salud (SIS), de acuerdo al Análisis Conjunto de Necesidades 2022 realizado por la plataforma R4V. 

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