Estos nuevos periodos de cuarentena generados por la pandemia de la COVID-19 han afectado seriamente a nuestro país. Entre los más impactados, además de quienes aún viven en pobreza y pobreza extrema, están los pequeños grandes emprendedores. Personas con ímpetu y perseverancia por salir adelante y proveer bienestar para sus familias.
En Manchay, Pachacamac, existen muchos peruanos y peruanas que se han dedicado a los negocios agropecuarios, emprendimientos y operaciones en gran y pequeña escala que suman a sus familias y a la comunidad. En esta localidad, se encuentra activo el proyecto de Nutrición y Desarrollo Económico de la Mujer de CARE Perú: “Ella Alimenta El Mundo”, proyecto que tiene como bastión, el trabajo por repotenciar y revalorizar la labor de miles de mujeres en el actual mundo masculino de la agricultura y productividad.
Este es el caso de Marilúz Liuya, una grandiosa mujer que, así como muchos, trabaja arduamente y día a día para hacer crecer su negocio de crianza de cuyes. Marilúz fue afectada inmediatamente por la emergencia sanitaria pues, dadas las restricciones nacionales, era imposible mantener la crianza y ventas de sus cuyes.
“Pensé que iba a perder lo que tenía y que íbamos a retroceder. No tenía como alimentar a los cuyes y escuchaba que gritaban de hambre. Incluso discutía con mi esposo por eso”, comenta.
Al igual que ella, cientos de pobladoras de Manchay Bajo, participantes del proyecto “Ella Alimenta el Mundo” se encuentran en situaciones muy parecidas, en las que sus negocios corren gran riesgo de cerrar. CARE Perú tiene como pilar y enfoque principal, trabajar por la igualdad y desarrollo de las mujeres, niñas y adolescentes del Perú, y es en esta línea, que se han realizado los esfuerzos para adquirir la producción total de los cuyes de Marilúz para luego ser donados a otras familias de la zona y así puedan conseguir un impulso adicional para generar negocio y tener soporte económico.
“Gracias a CARE por apoyar a personas como yo, que hemos luchado desde un principio, mujeres empoderadas que podemos lograr muchos negocios. Recibimos capacitaciones virtuales en crianza de cuyes y sembríos de hortalizas, asesoría en ventas y delivery. También, nos capacitaron psicológicamente para no sentirnos deprimidos. Ahora vamos a empezar a aprender sobre el ahorro, para ver qué nueva meta nos ponemos”, señala Marilúz.
Hoy, Marilúz continúa con su negocio y ha tenido que adaptar su modelo a la coyuntura actual, entregando sus productos a domicilio en zonas cercanas, con la ayuda de su esposo. Además, junto a otros productores, han encontrado la oportunidad de venderlos en la feria itinerante ‘De la Chacra a la Olla’ del Ministerio de Agricultura y Riego.
“Desde hace más de un mes vendemos los cuyes beneficiados en la Feria Agro Rural. Al principio no vendíamos mucho pero ahora los vendemos casi todos. Pero aún necesitamos apoyo en las ventas porque los cuyes se reproducen rápido. Ellos recién vienen empezando y yo les ayudo en lo que puedo. Les doy consejos sobre la crianza, cómo alimentarlos y cuidarlos”, menciona.
Mariluz y sus vecinos contarán con nuevas herramientas para salir adelante. En medio de esta difícil situación, la productora recomienda a otras emprendedoras mantener la calma y seguir adelante con las metas y sueños que tuvieron cuando iniciaron sus emprendimientos.