Cada segundo domingo de mayo celebramos a nuestras mamás en el Perú, mujeres que son reconocidas como un modelo para muchas personas y de quienes se dicen son el sostén de la sociedad. Y sí, el trabajo doméstico y de cuidado que realizan, en su mayoría mujeres que son mamás, representa el 20,4% del PBI nacional, de acuerdo conla Cuenta Satélite del Trabajo Doméstico No Remunerado elaborado por el INEI. Además, en promedio, las mujeres trabajan 24 horas más a la semana en trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que sus pares hombres (ENUT 2010). ¿Qué significan estas cifras? Proponemos una lectura crítica a estos números para reconocer que toda esta carga de trabajo doméstico y cuidados no son meros actos de amor, sino tiempo invertido por las mujeres que son mamás en las necesidades y planes de otras personas, postergando muchas veces los propios.
Además del trabajo doméstico, muchas mujeres trabajamos fuera de nuestras casas: esto es lo que llamamos la doble jornada, que no siempre es bien retribuida y genera mayores niveles de estrés y cansancio en las mujeres que son mamás. Por ejemplo, según el INEI, en 2022, el 81.9% de las mujeres que son mamás en el Perú trabajaban en MyPEs. Muchas mujeres que son mamás no dan el gran salto porque hace falta superar 3 barreras: acceso a capital, fortalecimiento de capacidades y libertad de uso de tiempo. En este sentido, desde el proyecto Strive Women de CARE Perú y Mastercard, creemos que, si promovemos los servicios de cuidado para niñas y niños, sus mamás van a poder tener tiempo para ellas mismas y, también, para poder usarlo en sus negocios. Esta libertad de uso de tiempo de las mujeres permitiría impactar de manera positiva en su desarrollo personal, en la economía local y en la calidad de vida de sus familias.
“Mi mayor preocupación cuando salgo a trabajar es con quién dejo a mi hijo. Muchas veces, en las casas donde trabajo no me dejan llevarlo para que me acompañe y poder verlo mientras trabajo. La mayoría de las veces tengo que buscar a alguna prima o amiga que me dé una mano.”
Pemina Gamboa – Secretaria General de SINTRAHOGARP Callao
Y si hablamos sobre cuidados y uso de tiempo, es importante resaltar que el 97% del sector de trabajo doméstico remunerado son mujeres (INEI 2022). De esta manera, muchas trabajadoras del hogar enfrentan la paradoja de trabajar cuidando de otras familias, sin tener dónde o con quién dejar al cuidado a la suya propia, pues las personas empleadoras no les permiten llevarlos al centro laboral que son las casas de otras o las exponen a dejarlos en lugares precarios e inseguros. También sacrifican sus planes familiares al perder nexos parentales por la migración a temprana edad. Desde el proyecto VALORA, de CARE Perú y Cummins, nos centramos en valorar el trabajo doméstico remunerado que sostiene nuestro modelo económico y permite que las personas cumplamos nuestros planes de vida; ellas cuidan de lo más valioso que tenemos, nuestras familias y hogares, por ello nuestro reconocimiento a estas mujeres pasa por incidir en el cumplimiento de sus derechos reconocidos en la Ley 31047, Ley de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar.
Finalmente, según el MIMP, durante la pandemia, 7 de cada 10 hombres usaron su tiempo libre frente a 5 de cada 10 mujeres encuestadas. Este dato es muy revelador sobre la carga que enfrentan a diario millones de mujeres que son madres debido a las expectativas que se tienen de ellas y a los roles que la sociedad les asigna, construyendo estereotipos y recargando sobre las mujeres el cuidado y reproducción de la vida.Necesitamos el compromiso del Estado, el sector privado, la comunidad y las familias como corresponsables de los cuidados para promover políticas que generen evidencia a través de la medición de uso de tiempo de mujeres y hombres, creación y ampliación de servicios de cuidados para dependientes, condiciones laborales para cuidadoras y,promover el cambio cultural desde la comunicación para conseguir que la responsabilidad de los cuidados sea compartida colectivamente.
Por eso, el tiempo de mamá, es de ella, es ahora.
Escrito por:
Lourdes Manrique – Jefa del proyecto Máxima
Mariela Belleza – Jefa del proyecto VALORA
Coralí Ormeño – Especialista de Género