Ayacucho y Huancavelica, Perú – Con un compromiso renovado y valiosos aprendizajes, culminó la escuela de campo “Tinkuy de Saberes con la Madre Tierra”, actividad en el marco del proyecto Nosotras Sembramos Futuro, parte del programa internacional Ella Siembra el Futuro. La actividad de clausura, que reunió a representantes de cinco comunidades de Ayacucho y Huancavelica, se llevó a cabo el 22 y 23 de octubre en la región de Ayacucho.
El objetivo central de este encuentro fue reconocer, compartir y consolidar los conocimientos y experiencias adquiridas por las comunidades a lo largo del proceso formativo, fomentando un valioso intercambio intercultural.
Intercambio de experiencias de siembra y cosecha de agua
Como parte de la clausura, se realizó una pasantía vivencial en las comunidades de Quispillaccta y Chuschi en Ayacucho, centrada en las prácticas ancestrales de Siembra y Cosecha de Agua de Lluvia (SCALL).
- Reconocimiento de Técnicas Ancestrales: Las comunidades visitantes conocieron en detalle las técnicas y prácticas milenarias utilizadas para la gestión sostenible del agua en el territorio.
- Rutas del Agua: Se visitaron las lagunas Tuco, Yucra y Yuraqcruz, pioneras en las prácticas de siembra y cosecha de agua, y se observaron los impactos positivos de esta gestión al recorrer la cascada Ruqruqa en Chuschi.
La clausura fue clave para desarrollar prácticas vivenciales de crianza del Agua y gestión comunal, mejorando la retención, infiltración y regulación del recurso hídrico para mitigar la época seca. Además, reforzó la visión andina del agua como un ser vivo y fuente esencial del Buen Vivir.
Resiliencia Climática y Cosmovisión Andina
El evento profundizó la comprensión del territorio, valorado ahora como el productor esencial de agua mediante la implementación de sistemas de gestión de cuencas y suelo (como el SCALL).
Se puso un énfasis especial en la resiliencia comunitaria, promoviendo una cosmovisión relacional con el clima, entendido como un «ser vivo». Esta mentalidad de adaptación continua es crucial para la fortaleza social y productiva frente a la variabilidad y el cambio climático.
Además, con el fin de incentivar el desarrollo socioeconómico sostenible, se realizaron visitas a emprendimientos comunales exitosos, incluyendo la producción de jabón, néctares, fresas y el empacado de cuyes.
Logros y Fortalecimiento de las escuelas de campo
El espacio de clausura permitió compartir los logros más importantes de la escuela de campo, resaltando:
- Revalorización de Saberes Ancestrales: Se reafirmó la relación viva y espiritual de las comunidades con la Madre Tierra y el Agua, concebidos como seres dotados de espíritu y sabiduría. Esta cosmovisión se identificó como el recurso más efectivo y sostenible para la planificación y adaptación climática.
- Fortalecimiento Integral: Mujeres, hombres, juventudes y sabias/os fortalecieron sus capacidades de resiliencia en adaptación climática, crianza del agua y seguridad alimentaria.
- Liderazgo Femenino: La escuela fortaleció la participación activa y el liderazgo de las mujeres, contribuyendo a su reconocimiento como guardianas vitales del territorio, la semilla y la vida.
Reconocimiento a las Comunidades Indígenas
La ceremonia de clausura, que finalizó con la entrega de diplomas, se convirtió en un acto de reconocimiento a la participación y compromiso de las comunidades con los objetivos de la escuela.
El momento más emotivo fue cuando los representantes de cada comunidad compartieron sus experiencias. Sus palabras reflejaron la diversidad cultural y la riqueza de pensamiento de los pueblos originarios, enfatizando los aprendizajes de los módulos, los avances del proyecto y su firme compromiso de continuar participando y replicando el intercambio de experiencias en sus territorios.
Este trabajo colaborativo se desarrolla en asocio con la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), y cuenta con el apoyo del Grupo Agence française de développement (AFD) y L’Oréal.



