La educación en el Perú
El Ministerio de Educación informó que durante el 2021 más de 124 mil estudian
Por dos años consecutivos, las escuelas y centros de estudios superiores se mantuvieron cerrados en el Perú. Miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes recibieron clases a distancia; a través de un celular, tablet y, en los mejores casos, computadoras y laptops. Estas circunstancias evidenciaron diferentes limitaciones de las y los estudiantes; principalmente el acceso a servicio de internet; en especial de las zonas rurales, donde solo el 18,5 % de hogares cuenta con el servicio (INEI 2021).
Por otro lado, muchos de las y los estudiantes tenían que compartir el equipo electrónico con uno o más miembros de su familia, limitando su acceso a clases. Y en muchos casos, mayormente en zonas rurales, donde las y los estudiantes no pudieron conectarse a internet, se vieron obligados a abandonar los estudios. El Ministerio de Educación informó que durante el 2021 más de 124 mil estudiantes dejaron de estudiar.
Las consecuencias producidas por el cierre de escuelas no disminuyen. Además de la pérdida de aprendizaje a nivel mundial, este cierre ha afectado la salud mental de niñas y niños, ha reducido el acceso a una fuente regular de nutrición y ha aumentado el riesgo de sufrir abusos. La afectación emocional debido a esta situación alcanzó a toda la familia. Según el estudio “La Salud Mental de Niñas, Niños y Adolescentes en el Contexto de la COVID-19” (MINSA-UNICEF), el 73,4% de las madres, padres o cuidadores considera que permanecer en casa por la cuarentena afectó la salud mental de sus hijas e hijos.
Del mismo modo, las y los profesores se vieron afectados porque tuvieron que cambiar la forma de enseñar, aplicar nuevos formatos y adaptarse rápidamente a una nueva realidad; esto a la vez generó un desgaste mental en las y los docentes. Estas circunstancias han registrado una pérdida de aprendizajes que el Banco Mundial estima es un retroceso en la educación en el Perú equivalente a 10 años.
Encontrando soluciones
Bajo la estrategia ‘Todos vuelven seguras y seguros al cole’ del Ministerio de Educación, en el 2022, el 100% de escuelas públicas y privadas de todo el país retomaron las clases presenciales. Miles de estudiantes volvieron a ver a sus compañeras y compañeros, se retomaron los espacios habituales de aprendizaje y de esparcimiento, principal actividad que contribuye a fomentar habilidades como el liderazgo y el compañerismo.
Para el Ministerio de Educación, la presencialidad permite vivir el proceso de enseñanza-aprendizaje y brinda acceso a experiencias únicas: desde el encuentro físico de cada estudiante con su espacio educativo hasta la cercanía presencial con sus compañeras, compañeros y docentes.
CARE Perú felicita y aplica este enfoque en los proyectos que implementa como Aprendemos+: Crecemos y Emprendemos Siempre, en el que hemos buscado generar las condiciones pedagógicas y de bienestar para que las y los estudiantes de las II.EE de primaria rural multigrado/unidocente logren aprendizajes satisfactorios en las competencias de las áreas curriculares de Comunicación, Matemática y Personal Social. Del mismo modo, en Ella Escribe su Futuro – Alfabetización de Mujeres buscamos contribuir a mejorar el acceso, permanencia y culminación de la educación básica alternativa de mujeres jóvenes y adultas promoviendo su empoderamiento y el desarrollo de habilidades para la vida.
Desde CARE Perú reconocemos que la educación es tarea de todas y todos, por lo que, recomendamos conectar y convocar a las familias para promover el aprendizaje de experiencias significativas que se implementan en la escuela, hogar y comunidad. Del mismo modo, trabajar en el fortalecimiento de la gestión educativa y continuar articulando acciones entre los diferentes Ministerios: Salud, Educación y Economía.
Para una mejor educación y aprendizaje de las y los estudiantes, las intervenciones no deben ser aisladas. Se debe contar con mejoramiento en el acceso a los centros de estudios (caminos y carreteras), mejor infraestructura, fortalecimiento de competencias a docentes y familias, así como de estudiantes. Todo esto permitirá que las escuelas sean un entorno protector que favorezca que más niñas y niños continúen con sus proyectos de vida y de esta forma se generen más oportunidades de desarrollo.
Habilidades Socioemocionales
Permanecer en casa durante la pandemia de la COVID-19 afectó en gran medida el bienestar socioemocional y el desarrollo de las habilidades sociales; desencadenando altas tasas de ansiedad y depresión entre niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Por ello, es importante priorizar en todas las escuelas del Perú, el fortalecimiento y desarrollo de habilidades socioemocionales en esta población.
Una revisión sistemática internacional identificó que el impacto psicológico en las niñas, los niños y adolescentes es significativo, ya sea por el miedo a la enfermedad o por el aislamiento social relacionado con COVID-19. Diversas publicaciones científicas pusieron el énfasis en priorizar la salud mental de las niñas, niños y adolescentes, debido a los riesgos que esto puede significar para su desarrollo; además se identificó el incremento de casos de ansiedad y depresión.
Ante esta problemática, CARE Perú, a través de los proyectos Aprendemos+: Crecemos y Emprendemos Siempre y Niñas con Oportunidades, buscan fortalecer las habilidades socioemocionales en niñas, niños y adolescentes con el propósito de promover el reconocimiento de las emociones propias y de los demás; así como, la gestión asertiva de las respuestas a partir de una adecuada autorregulación, lo que favorece las relaciones sociales e interpersonales, además de la colaboración con otros.
“Las habilidades socioemocionales son las aptitudes o destrezas de una persona relacionadas a identificar, expresar y gestionar sus emociones, comprender las de los demás, demostrar empatía, tomar decisiones responsables y relacionarse saludable y satisfactoriamente con los otros”. (Bisquerra, 2009; Busso et al., 2017; OECD, 2015; Banco Mundial, 2016)
Para lograr ello, se requiere un trabajo articulado entre escuela, familia y comunidad, así como otras instancias clave, ya que es imposible concebir el logro de aprendizajes de manera aislada al estado emocional y las condiciones en que vive cada estudiante.
Bajo esa mirada, CARE Perú trabaja articuladamente con las instancias descentralizadas de educación (Direcciones regionales, UGELES) en el marco de sus competencias, así como con los gobiernos locales donde se sitúan las intervenciones y con otros sectores tales como: Salud, Mujer y Poblaciones Vulnerables, Desarrollo e Inclusión Social y Justicia. Además, trabajamos con otros cooperantes como son UNICEF, UNFPA, Save the Children, UNESCO, World Vision, Aflatoun Internacional.
Cada aliado estratégico con los que trabaja CARE Perú contribuye a garantizar las mejores condiciones de bienestar integral para el desarrollo y aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes.
Con nuestra intervención fortalecemos las competencias de docentes, directores(as), familias, lideres y lideresas de la comunidad; así como, en actores sociales para que implementen estrategias para generar las condiciones de bienestar y prevenir situaciones de riesgo que afectan su la salud, educación, protección y su sano desarrollo socio-afectivo.
Del mismo modo, buscamos que desde las escuelas se reconozca la importancia de institucionalizar una estrategia de soporte socioemocional integral que involucre a docentes, familias y comunidad; articuladas con las redes locales de atención de la salud mental y protección de niñas, niños y adolescentes.
Desde CARE Perú apostamos para que la educación socioemocional se institucionalice dentro de las escuelas; por ello, implementamos un programa formativo de educación socioemocional que incluye: talleres con estudiantes, asesorías, soporte, encuentros familiares, fortalecimiento de capacidades a líderes y lideresas comunitarias y el acompañamiento pedagógico socioemocional dirigido a docentes. El acercamiento con las escuelas permite que docentes y directores(as) reconozcan y valoren la importancia de la educación socioemocional y luego lo incorporen en su práctica pedagógica. Nuestra finalidad es que la educación socioemocional se tranversalice en todas las áreas curriculares y no se reduzca solo al espacio de tutoría.
CARE Perú prioriza una educación en habilidades para la vida, a través del desarrollo y fortalecimiento de las habilidades socioemocionales que garanticen su desarrollo integral. Esto les permitirá contar con las herramientas necesarias para superar dificultades y alcanzar su proyecto de vida.
Tú puedes hacer el cambio
de la educación
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Educación STEAM
En nuestro país, del 32.9% de estudiantes matriculados en carreras vinculadas a ciencia, tecnología e innovación (CTI), solo el 29.2% corresponde a mujeres (SUNEDU, 2016). Del mismo modo, el estudio señala que la tasa neta de matrícula femenina en educación superior se ha incrementado entre el 2005 y el 2016, así las mujeres han llegado a representar el 54.3% de los egresados de pregrado. Para continuar incrementando estas cifras debemos seguir promoviendo el involucramiento de las estudiantes mujeres en carreras tecnológicas, de ciencia e innovación.
Para CARE Perú es primordial promover la importancia y necesidad de que más niñas y adolescentes se involucren en carreras de ciencia y tecnología desde los espacios educativos y comunitarios. En ese sentido, se apuesta por la educación STEAM, una educación con enfoque integrador que promueve y fomenta el interés y las capacidades de las y los estudiantes en ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas.
Programas formativos para estudiantes
Desde CARE Perú se ejecutan diversos proyectos con población estudiantil como, por ejemplo, Niñas con Oportunidades, donde se desarrolla un programa formativo con diversos ejes temáticos. La Educación Financiera-STEAM es uno de ellos, el cual responde a la necesidad de fomentar la innovación y participación de estudiantes mujeres en la ciencia e innovación para combatir la brecha de desigualdad que limita el desarrollo integral de sus trayectorias formativas y laborales.
Educación sexual integral
En el Perú, aproximadamente 9 de cada 100 adolescentes entre 15 y 19 años son madres o están embarazadas (ENDES, 2021). Muchas de ellas no pudieron concluir sus estudios secundarios porque asumieron una nueva responsabilidad, la de ser madres. Esta condición limitó también la posibilidad de continuar un plan de vida, generar ingresos para su familia y el desarrollo de su autonomía económica.
Ante esta realidad, es de vital importancia promover la Educación Sexual Integral, acorde a la edad, no solo desde las escuelas sino también desde la comunidad.
La educación sexual integral (ESI) es un derecho que garantiza nuestra salud, bienestar y dignidad. Además, busca desarrollar conocimientos, prácticas y actitudes en niñas, niños, adolescentes y jóvenes en torno al ejercicio de su sexualidad, lo que les permitirá tomar decisiones sobre su cuerpo y establecer relaciones saludables en su entorno.
De acuerdo con la norma técnica de salud de planificación familiar publicada en el 2017 por el Ministerio de Salud, las y los adolescentes tienen derecho a:
- Acceder a métodos anticonceptivos sin requerir autorización de padres o tutores.
- Recibir orientación y consejería en salud sexual y reproductiva.
- Contar con la entrega gratuita de métodos anticonceptivos incluyendo la anticoncepción de emergencia (AE).
- El uso de métodos anticonceptivos temporales que constituyen actividades de planificación familiar (no tratamientos médicos).
- Acceder a información sobre sexualidad, autocuidado, prevención del embarazo e infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo al virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Pese a los lineamientos con los que cuenta el Estado, la principal barrera para promover la Educación Sexual Integral, son los mitos que surgen entre las y los estudiantes y familias en general, así como también la falta de información y canales a las que niñas, niños y adolescentes pueden tener alcance.
Para Karina Pineda, jefa del proyecto Niñas con Oportunidades, la ESI debe impartirse de manera integral, ya que proporciona herramientas con las que las niñas, niños y adolescentes hacen un ejercicio pleno de su sexualidad en cada etapa de su vida, lo que les permite desarrollar mayor bienestar y ejercer sus derechos en un contexto de igualdad de género y libre de violencia.
Del mismo modo, la ESI también empodera a las adolescentes, pues con más información ellas pueden poner en práctica su autonomía corporal, tomando decisiones críticas e informadas que les permitan ejercer su sexualidad de manera responsable y acorde a sus proyectos de vida.
Apoyando estos principios, en el 2022 se llevó a cabo el proyecto Decido Sin Roche, implementado por CARE Perú y financiado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Como parte del proyecto, se conformó la Red de Lideresas, integrada por 25 adolescentes de Yapatera en Piura.
Esta red ha constituido un espacio de fortalecimiento de las habilidades personales de estas líderes, así ha contribuido con su acercamiento a las problemáticas relacionadas a la ESI y las normas de género discriminatorias que afectan especialmente a las mujeres, en dicha comunidad. A partir de ello, las adolescentes han empezado a tomar decisiones y organizarse a través de acciones de incidencia en su comunidad, buscando poder cambiar y transformar estereotipos, roles y lograr reducir la brecha de género que tantas veces limita sus oportunidades de desarrollo.
La Educación Sexual Integral es una fuente de poder para el pleno desarrollo de las y los adolescentes, contribuye a reducir el número de embarazos no deseados, y permite que más niñas y adolescentes estén preparadas para tomar el control de sus vidas. Con la ESI tendremos más niñas que logren articular mejor sus necesidades, identificar y abordar problemas, tomar decisiones y, en general, dar forma a su futuro.
Nuestra apuesta
Como hemos descrito previamente, la pandemia del Covid-19 ha tenido como principal efecto la agudización de brechas, sobre todo en cuanto a los aprendizajes, alfabetización, educación digital, disponibilidad de equipos tecnológicos y de necesidades de apoyo familiar. Asimismo, se ha incrementado las brechas educativas de género, puesto que las niñas y adolescentes tenían mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado. Además, se reportó el impacto socioemocional del confinamiento, así como de los fallecimientos y experiencias de enfermedad entre los niños, niñas y adolescentes.
Para atender estas diversas necesidades, CARE Perú viene implementado programas educativos con la finalidad de mejorar los aprendizajes en niñas, niños y adolescentes y dotarles de herramientas para la vida, a fin de contribuir a mejorar su calidad de vida, bienestar y alcanzar sus metas en base a sus proyectos de vida.
Venimos implementando un programa de alfabetización de la mano con Gobiernos Locales y las Unidades de Gestión Educativa Local en ámbitos rurales de Cajamarca y Piura con la finalidad de contribuir a mejorar el acceso, permanencia y culminación de la educación básica alternativa dirigido a mujeres jóvenes y adultas. Este programa busca promover el empoderamiento y el desarrollo de habilidades para la vida. Del mismo modo, otra de nuestras intervenciones se centra en el bienestar integral de las y los estudiantes más vulnerables, potenciando sus capacidades para que continúen sus trayectorias educativas/laborales y puedan convertirse así, en agentes de cambio para nuestro país.
Reconocemos que, para lograr mejores resultados, se debe aplicar un trabajo participativo, por lo cual en CARE Perú, a través de la Gerencia de Inclusión Social, Educación y Salud, estamos convencidos que aprender y hacer gestión educativa con enfoque territorial es trascendental en las instituciones educativas para cuidar y asegurar el bienestar integral de las niñas y los niños. En el marco de la descentralización, realizamos un modelo que va de abajo hacia arriba, constituidos en grupos colaborativos o redes educativas para fortalecer la organización y funcionamiento del servicio educativo en ámbitos rurales.
Dicho modelo consiste en implementar una propuesta educativa con enfoque territorial, el cual tiene como objetivo el involucramiento de las diversas instituciones de servicio público y/o diversos sectores sociales para ir a la búsqueda de soluciones con el fin de que nuestras niñas y niños logren mejores aprendizajes, se garantice su bienestar integral y cumplan con sus trayectorias educativas respetando su contexto sociocultural.
Creemos fielmente que las interacciones que se producen en las comunidades son importantes para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes. Por ello, es importante la participación de los líderes comunitarios, así como de los tomadores de decisiones a nivel regional y local; además de las y los corresponsables de la educación tales como: docentes, familias, comunidad y aliados estratégicos.
Por último, para asegurar la sostenibilidad es vital que se involucren y promuevan planes en conjunto para atender a la población, a través de convenios y/o acuerdos de colaboración sustentados en planes de trabajo con el monitoreo respectivo.