Los comedores populares empezaron a asentarse en la capital en los años 80. Por más de 40 años, han sido fundamentales para lograr una alimentación saludable en los sectores más vulnerables del país, ayudando especialmente a niños, niñas, gestantes y adultos mayores que necesitan platos de comida con alto valor nutricional y a un precio simbólico, para mantenerse sanos y sin riesgo de desnutrición.
Se trata de agrupaciones sociales lideradas por mujeres, en su mayoría madres de familia que se organizan para administrar, preparar y distribuir una ración de comida diaria para personas en situación de pobreza. Gracias a su ardua labor y compromiso, actualmente existen más de 13000 comedores populares que benefician a más de medio millón de personas, según datos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Gestión de alimentos y cocina: ¿Cómo se organizan las socias?
La labor de las socias vecinales involucra mucho más que solo cocinar. Primero, deben organizarse para recibir los alimentos de los proveedores, para lo cual deben revisar todo según los estándares de productos frescos y en buen estado. Luego de esto, deben desinfectar los almacenes, los alimentos y guardarlos de manera segura para evitar contaminación y roedores. Posteriormente, con la asesoría de especialistas en nutrición, establecen el menú semanal que incluye platos variados y balanceados con todos los nutrientes necesarios para los comensales.
Ya una vez en la cocina, desinfectan el piso, el espacio de trabajo y los utensilios antes de manipular los alimentos. Para empezar a preparar el plato diario cumplen con estrictas medidas de bioseguridad que incluyen, entre varios aspectos, el lavado de manos con agua y jabón por al menos 20 segundos, retirar objetos personales y dejarlos en una bandeja, así como usar mascarilla, guantes, mandil y redecilla de cabello. Luego de varias horas de trabajo, finalmente tienen los más de mil platos diarios que se empiezan a repartir a partir de las 11 de la mañana.
¿Cómo realizan la entrega de raciones?
La labor de las socias no termina con la preparación, sino que también se encargan de entregar las raciones a las personas empadronadas. Para lograrlo y mantener el orden en tiempos de COVID-19, dividen el trabajo: algunas socias reciben a los comensales, se aseguran de que sea una persona por familia, que hagan las colas con la distancia mínima de 2 metros, que usen mascarilla y que se desinfecten las manos antes de ingresar. Otras se encargan de servir y repartir las raciones en los envases y finalmente, llevan el control de entrega por firma de fichas.
De esta manera, hacen posible que miles de personas puedan alimentarse de forma nutritiva cada día. Para alcanzar este objetivo sin mayores inconvenientes, las socias vecinales de la iniciativa “Alimenta Su Fuerza”, liderada por CARE Perú y la campaña #YoMeSumo del BCP, reciben talleres y capacitaciones en 5 temas: “Nutrición y alimentación balanceada”, “Buenas prácticas de higiene y manipulación de alimentos”, “Liderazgo y habilidades blandas”, “Gestión de comedores para la adecuada atención durante la COVID-19” y “Técnicas culinarias”.
Gracias a este trabajo conjunto, las socias de cocina logran entregar una ración de comida nutritiva a más de 1500 personas en 12 comedores populares. De esta forma, reafirmamos nuestro compromiso con una alimentación saludable en las zonas más vulnerables del país.