La pandemia por la COVID-19 ha afectado de forma directa a miles de pequeños negocios que han tenido que paralizar o cesar totalmente sus actividades por el aislamiento social. Varios de ellos incluso han tenido que cerrar por falta de ventas y liquidez.
Para tener una idea más concreta del impacto, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que 8 de cada 10 negocios de América Latina y el Caribe están siendo fuertemente afectados por la crisis. Las empresas con menor trayectoria son las más afectadas, mientras que los emprendimientos del sector tecnológico y las empresas jóvenes más dinámicas han sido afectados en una menor medida.
La emergencia ha generado que se presenten diversas dificultades para los pequeños negocios, por ejemplo: retrasos en la producción por falta de personal, brechas para acceder a insumos por ausencia de transporte, así como, que no puedan operar a distancia y atender pedidos por Internet por falta de recursos.
Como resultado, miles de peruanos han perdido su fuente de ingresos diaria. Datos de INEI indican que, entre marzo y mayo, más de 2.3 millones de personas quedaron desempleadas solo en Lima Metropolitana. Para mantenerse durante la crisis, muchos han tenido que recurrir a préstamos o a sus ahorros. Una investigación del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) realizada en mayo de este año, señala que el 75% de peruanos usó sus ahorros para sobrevivir a la crisis, siendo esto más frecuente entre trabajadores independientes.
¿Cómo reducir el impacto de la pandemia en mi negocio?
Con el fin de proteger los negocios y minimizar el impacto de la COVID-19, Jack Burga, jefe de inclusión financiera de CARE Perú, aconseja que lo primero que se debe hacer es buscar refinanciar las deudas, para ello, hay que fijarse en tres aspectos principales:
- La tasa de interés efectiva de la refinanciación.
- El plazo en el cual se realizará la refinanciación.
- La cuota mensual a pagar, que no debería ser más del 40% de la utilidad real de la empresa. Este factor es importante pues se necesitará al menos otro financiamiento para cubrir el capital perdido y lo óptimo es que esta cuota se pague con otro 40% de la utilidad. Así, finalmente se puede tener al menos un 20% para reponer el capital perdido.
Además de esto, es vital amoldarse a las nuevas tendencias del mercado en este nuevo contexto, que ahora requiere mayor presencia en redes sociales y la incorporación de comercio electrónico.
Para empresas que recién empezarán a incorporar la tecnología en sus modelos de negocio, lo recomendable es que busquen apoyo para crear una página en Facebook y manejar la comunicación por WhatsApp. Asimismo, deberían empezar de forma segura, ofreciendo productos que están embolsados y con cobranza contra entrega.
Finalmente, pueden adherirse a programas del Ministerio de Producción para llegar a más personas. En el caso de las bodegas, por ejemplo, existe el programa “Tu empresa”, que cuenta con una página y una aplicación que permiten mostrar los productos e indicar la ubicación del negocio.
En CARE Perú, sumamos esfuerzos para fomentar la reactivación económica de los pequeños negocios. Por esta razón, con el apoyo de Coca Cola, hemos creado el Kit CARE, un producto que, además, trabaja el área de nutrición, reforzando la alimentación saludable de niñas, niños y mujeres.
El Kit consiste en proveer a las familias peruanas de información nutricional, recetas para el día a día y de una canasta de alimentos no perecibles, a la cual pueden acceder en bodegas cercanas. Con este proyecto, contribuimos con la seguridad alimentaria de más de 800 hogares de las regiones de Arequipa, Junín, Lima y Piura; y promovemos el crecimiento de los emprendedores afectados por la coyuntura de la COVID-19.